Como ves, la principal diferencia se da entre el Samsung Galaxy s8 y los Galaxy s8+, puesto que entre estas dos últimas versiones prácticamente solo cambia el número de tarjetas SIM que puede alojar: una o dos. En este sentido, un Dual-SIM puede ser interesante para quienes desean tener, en un mismo dispositivo, dos números de teléfono distintos (personal y laboral, por ejemplo).
En cambio, quienes prioricen la ligereza y la comodidad en mano, preferirán el Samsung Galaxy s8, pues pesa 18 g menos, aunque también tiene 0,4’’ menos de pantalla, algo que acusarán los aficionados a ver películas y series en el móvil, o bien los gamers que juegan intensamente en su smartphone.
Una ventaja que tienen los dos s8+ por encima del Samsung Galaxy s8 normal es la capacidad de su batería: 3.500 mAh frente a 3.000 mAh, lo que supone aproximadamente 6 horas más de reproducción de audio.
Para todo lo demás, las excelentes especificaciones técnicas son comunes a las tres versiones: cámaras de extraordinaria nitidez y luminosidad (apertura de f/1,7), opción de carga rápida y carga inalámbrica, pantalla Super AMOLED curva, escáner de iris y sensor de huella digital para el desbloqueo de seguridad, expansión de la capacidad de almacenamiento mediante tarjeta SD de hasta 256 GB… ¡La lista de prestaciones es un continuo ‘suma y sigue’ hasta configurar un smartphone plenamente vigente en la actualidad!