Si seleccionas «Aceptar todo», permites a Back Market y a nuestros socios utilizar cookies y compartir tus datos para todos estos fines. Tanto nosotros como nuestros socios utilizamos cookies y herramientas similares para medir la audiencia de nuestro sitio, evaluar el rendimiento de nuestros anuncias y mostrarte contenidos y anuncios personalizados.
Excepto las cookies que son esenciales para navegar por nuestro sitio, utilizamos estas cookies y compartimos tus datos solo con tu consentimiento. Más información sobre cookies. Puedes cambiar de opinión y modificar tus elecciones en cualquier momento accediendo a la sección "Configuración de cookies y privacidad" al final de cualquier página. Lee nuestra Política de cookies y la Política de protección de datos para más información.
Actualizado el 3 de julio de 2025
3 de julio de 2025
4 min de lectura
Christine Ochefu
Especialista en marketing de contenidos
Reciclar va más allá de las latas de refresco y de conservas. Descubre lo importante que es reciclar tus dispositivos, el impacto de los residuos electrónicos en el medioambiente y cómo puedes ayudar al planeta.
La clase de hoy va sobre reciclaje. Ya sabes, lo haces con muchas cosas: los cartones de leche vacíos, las latas, la ropa que ya no usas.
Pero quizá no tengas tan claro cómo funciona el reciclaje cuando se trata de tus dispositivos electrónicos. Vivimos en la cultura de la fast tech, lo que nos empuja a un ciclo constante de comprar, usar y desechar aparatos electrónicos a toda velocidad… y muchas veces sin necesidad.
Ya sea un portátil antiguo, un móvil roto o una consola que lleva meses cogiendo polvo en el cajón, cada uno de esos dispositivos se puede reciclar para evitar los residuos electrónicos. Y estamos aquí para explicarte cómo hacerlo.
Sigue leyendo y descubre cómo funciona el reciclaje de tus dispositivos tecnológicos. Vamos paso a paso.
La definición de reciclaje es la misma sea cual sea el tipo de residuo, ya se trate de cartón, residuos médicos, envases de plástico o latas. En resumen, el reciclaje consiste en transformar los residuos para darles una nueva vida útil.
En este caso, hablaremos de residuos electrónicos. Este término se refiere a cualquier dispositivo electrónico que ya no funciona o que queremos deshacernos de él. Entonces, ¿qué es lo que se puede reciclar? Recuerda: reciclar no es lo mismo que reparar o reacondicionar.
La clave está en hablar de dispositivos que ya no funcionan.Si un dispositivo está demasiado estropeado para reparar o reutilizar, el reciclaje es el último paso. Los dispositivos irreparables se pueden desmontar y extraer sus materiales para darles una segunda vida.
Entre ellos se puede encontrar vidrio, metal, plástico e incluso materiales valiosos como oro, plata, paladio y cobre, que se encuentran en las placas electrónicas y cables. Estos materiales pueden venderse y reutilizarse en otras cosas: nuevas carcasas de plástico para dispositivos electrónicos, metales en placas de circuitos, baterías de coches, y mucho más.
Aquí va un dato curioso: si tuvieras una tonelada de iPhones guardados para reciclar —además de ser una anécdota genial para contar— esa tonelada contendría 300 veces más oro que una tonelada de mineral de oroy 6,5 veces más plata que una tonelada de mineral de plata. El reciclaje permite que estos materiales se vendan para crear cosas nuevas, contribuyendo también a la economía en el proceso.
También significa que podemos evitar cargar nuestra basura en otras comunidades a nivel internacional. El último Global E-Waste Monitor, que rastrea los residuos electrónicos en todo el mundo, reportó que, en 2022, aproximadamente 18.000 millones de kilos de residuos electrónicos fueron gestionados en países de ingresos bajos y medios-bajos, muchos de ellos sin una infraestructura adecuada para gestionar estos residuos. La mayor parte de esa basura no es producto de esos países, sino que a menudo se envía desde países desarrollados. Cuando desechamos de forma segura nuestros dispositivos a través de sistemas especializados de recogida de residuos electrónicos, reducimos la posibilidad de que materiales peligrosos acaben en vertederos en el extranjero o se conviertan en una carga para países en vías de desarrollo.
Aun así, las medidas globales para el reciclaje de residuos electrónicos no son perfectas. Mientras no logremos controlar el problema del reciclaje informal, los residuos reciclados de forma incorrecta seguirán siendo un problema grave para el medio ambiente, contaminando zonas receptoras con sustancias químicas como el plomo y el mercurio, perjudicando a los trabajadores y creando condiciones inseguras en el suelo y el agua. Y eso sin contar los costes del propio reciclaje y la extracción de materias primas. Extraer de forma segura estos materiales es un proceso muy laborioso, caro y que consume mucha energía, y a menudo genera más gases de efecto invernadero durante el proceso.
Que tu dispositivo tenga unos cuantos años o que la batería se esté agotando no significa que no se pueda reparar.
Aquí en Back Market animamos a la gente a sacar el máximo partido a lo que ya tienen. ¿Puedes actualizar el software, llevarlo a reparar o cambiar la batería? Marcas como Apple cuentan con sus propios servicios de reparación, y Samsung también ofrece consejos para encontrar los mejores lugares donde reparar tu móvil. Quizá puedas alargar la vida de tu dispositivo con un pequeño arreglo profesional, así que piensa en llevarlo a tu tienda habitual o a un taller de confianza antes de tirarlo. También puedes probar a hacer una reparación en casa si te manejas bien con la tecnología. Y si nada de esto te convence, siempre puedes intercambiar tus dispositivos que ya no quieres a cambio de dinero, para sacarte un extra.
Si tu dispositivo no puede repararse ni reacondicionarse, es hora de reciclarlo. Los residuos electrónicos pueden entregarse en puntos especializados que se encargan de su tratamiento seguro, así como en algunas tiendas de electrónica que ofrecen sistemas de recogida. ¿La parte más divertida? Imaginar en qué podría convertirse ese portátil o iPhone viejo en el futuro. ¿Unos pendientes de oro? ¿Un reloj de plata? ¿O incluso ser reutilizado en otro dispositivo? Las posibilidades son infinitas.