A parte de estas diferencias, hay que destacar que aunque no destaque en el modo noche, el iPhone 8 sigue siendo bastante respetable, impresionante en general en comparación con modelos de otras marcas y no tan alejado de los de Apple: cámara de 12 megapíxeles, apertura de f/1.8, auto-enfoque y estabilizador de imagen que graba en 4K hasta 60 marcos por segundo... Cuidado.
En los nuevos modelos, el procesador de software ha mejorado considerablemente: en el iPhone X y el iPhone XS, el modo retrato con Bokeh (el borroso de fondo que le proporciona el autoenfoque ) es un plus muy a tener en cuenta que no encontramos en el iPhone 8.
El gran cambio del iPhone 11 y el iPhone 12, sin embargo, lo encontramos en la cámara frontal: mientras que el iPhone X viene con una cámara única de 7 megapíxeles, el iPhone 11 tiene dos, una de 12 MP y otra con 0.3 MP TOF (time of flight) 3D que utiliza la luz infrarroja para mejorar el mapeo y el detalle de la imagen. Es como el sentido de un murciélago volando por la noche, pero en tu cámara selfie...ahí nada.
Si hablamos del iPhone 12 en particular, las diferencias que lo separan del iPhone 11 son mínimas: continúa con la doble cámara de 12 Mpx y el modo retrato que tanto nos gusta. También conserva los ya famosos Animojis que permiten crear emojis personalizados con la cara que queramos. En cuanto al vídeo, el 4K sigue a 60 marcos por segundo y el 1080p con 120 marcos por segundo sigue ahí, sin ningún gran cambio en este sector. En la cámara frontal, los 12 MP de la TrueDepth cámara no han evolucionado y la única diferencia destacable es que el modo noche con Dolby Vision HDR aumentado a 30 marcos por segundo.