El regreso de los auriculares con cable: ¿por qué los famosos han vuelto a usarlos?

El mes pasado, la estrella del pop Addison Rae lanzó su último single, "  Headphones On  ". El tema es una oda a los antiguos auriculares de Apple y representa a la música como una vía de escape para los problemas cotidianos. La última inspiración musical y estética de Rae remite a mediados de la década pasada; y así como ella, muchos otros artistas, celebridades y creadores de contenido están adoptando conceptos de aquella época. 

La lista es larga: Bella Hadid, Harry Styles, Charli XCX, Ariana Grande, Paul Mescal, Emily Ratajkowski, Kaia Gerber, entre otros famosos, no parecen estar dispuestos a dejar de lado sus auriculares con cable por unos Bluetooth; al contrario, los lucen con estilo cada vez que los pilla un paparazzi por la calle.

De hecho, este cambio ha sido evidente en los últimos años: llevar auriculares con cable se ha convertido en un accesorio con personalidad propia entre la Gen Z y los Millennials. Pero no es solo una cuestión estética, sino también práctica. A diferencia de los AirPods, los auriculares con cable son más difíciles de perder, no necesitan recargarse y, para muchos, ofrecen una mejor experiencia de sonido, con más detalles y matices. Por no hablar de que ocupan poco espacio (aunque se suelen enredar) y cuestan bastante menos que sus versiones más modernas.

El impacto y la aprobación por parte de los artistas y famosos han devuelto a los auriculares con cable su estatus de accesorio imprescindible en el imaginario pop actual. Paul Mescal lo dejó claro en una entrevista con GQ: "No puedo con los auriculares inalámbricos... siento que se me caen". 

A finales del año pasado, en el segmento #InTheBag de Vogue, Dua Lipa contó que siempre lleva encima tres pares de auriculares con cable, ya que está constantemente de viaje por trabajo. "Es simplemente una cosa menos que tengo que cargar", confesó la estrella del pop. El resurgir de los cables ha llegado a tal punto que ha hecho que la gente se separe en dos bandos y el tema se vuelva un debate candente sobre cuál auricular ofrece la mejor experiencia.

No es ninguna sorpresa que los cables estén viviendo un regreso por todo lo alto, sobre todo en el mundo del street style. Al fin y al cabo, otras prendas Y2K como los vaqueros de tiro bajo o los crop tops están teniendo su renacimiento fashion desde la pandemia. Y lo de los cables no viene solo: los móviles plegables y la Game Boy también están volviendo a la carga. La gente se ha puesto nostálgica con la tecnología que les vio crecer. Para muchos, llevar unos auriculares con cable es escapar al pasado a través de la música.

La creadora de contenido Shelby Hull se ha convertido en un referente gracias a su cuenta de Instagram @wireditgirls. Además de alimentar sus intereses culturales, está usando la plataforma para dejar claro que lo de llevar auriculares con cable es un estilo de vida y una actitud. “Que los cables sigan en pie tiene mucho que ver con el rechazo al minimalismo que está marcando a la Gen Z. El gris millennial, la moda minimalista y la tecnología minimalista de los últimos diez años aburren”, dice Hull. Que los cables estén de moda como accesorio es una señal clara de que “la gente está harta de [la tecnología nueva] y quiere maximalismo, algo que encaja de maravilla con el resurgir de la estética Y2K”, cuenta a Back Market.

Si eres una it-girl en 2025, salir a la calle sin tus cables no es una opción. “Muchas tendencias, sobre todo las de it-girl, son inalcanzables, o aspiracionales en el mejor de los casos. Pero lo de los cables es una moda súper accesible, fácil de adoptar y con la que cualquiera puede sentirse parte. Por eso la defiendo tanto. Hasta mi madre es una wired it-girl”, añade Hull. 

La facilidad de acceso y el precio asequible de los auriculares con cable hacen que la experiencia tech sea inclusiva para todas las generaciones… y encima siguen viéndose trendy. Hull también comenta que ahora la gente va a Coachella con su iPhone de primera generación para hacerse fotos mientras vuelve a sonar música de la era Indie Sleaze. “Aunque creo que lo que más resalta es ese deseo de ser guay sin esfuerzo. Internet está saturado de tendencias forzadas e influencers que se esfuerzan demasiado; lo que de verdad mola ahora es parecer cool sin intentarlo”, añade Hull. 

Mientras tanto, las marcas también están apostando por esta tendencia. Chanel lanzó el año pasado el Première Sound Watch. ¿Qué es eso? Un tres en uno: reloj, collar y auriculares con cable. Y la cara de la campaña fue la it-girl  Lily-Rose Depp.

Los diseñadores independientes de Racer Worldwide han aprovechado la tendencia de los auriculares con cable y la han convertido en el eje central de su última colección. Esta marca, fundada en Estonia por un grupo de amigos de 16 años en 2017, presenta el RacerPods Necklace, un collar 100 % de acero inoxidable con un diseño pulido y totalmente estético, sin nada de tecnología, que puede llevarse colgado al cuello o puesto en las orejas para darle ese toque Y2K. “Los RacerPods cogen un objeto cotidiano y funcional y lo transforman en una pieza de moda contemporánea. Sin ninguna función tecnológica, existen únicamente como accesorio, y están fabricados a tamaño real”, explica Ekaterina Šehovtsova, responsable de marketing y relaciones públicas de Racer Worldwide. 

Ya sea por funcionalidad o por estética, lo de llevar cables va mucho más allá de una moda pasajera: es un estilo de vida que ha venido para quedarse. Como canta Rae: “Come and put your headphones on”.